«Nos sale de una forma natural, lo de colaborar. Llevábamos 150 años sin hacerlo»
Posted by Ruth Troyano Puig | Uncategorized | No CommentsEmpiezo una serie de entrevistas breves con los protagonistas de la segunda edidión de La Cata del Barrio de la Estación que tuvo lugar en septiembre de 2016 en Haro. Una oportunidad única para entender los vinos de la región norte de la DOCa La Rioja y profundizar en aquello que une y a la vez hace distintos a los vinos de un mismo entorno vitivinícola estrechamente vinculado a la vía del tren. Hablamos con todos ellos de Cataluña, La Rioja, la cultura del vino, el enoturismo, la comunicación, el cambio climático y… ¡sus grandes vinos! La iniciativa ha merecido este año pasado el premio International Wine Challenge a la mejor propuesta enoturística.
(IV) David Gómez, enólogo y viticultor, codirector de Bodegas Gómez Cruzado
Debo reconocer que los vinos de Bodegas Gómez Cruzado los descubrí en la segunda edición de La Cata del Barrio de la Estación, en Haro. Y ¡qué descubrimiento! «Un equipo joven que defiende el vino fino de La Rioja» se puede leer en su web, donde se recuerda también que sus orígenes se remontan a 1886. Me parece admirable el trabajo que en poco tiempo han realizado David y Juan Antonio Leza, su socio, también enólogo y viticultor. Empiezan en 2008 como asesores y a partir de 2013 deciden también hacerse cargo de la gestión. «Queremos devolver el esplendor que tuvo la bodega hace 50 o 60 años», cuenta Gómez en el claustro del Hotel Los Agustinos. «Estamos en plena expansión, en la pista de salida. Nuestros vinos tienen un corte clásico pero luego también incorporan algo de nuevo. Tenemos inquietud por crear y queremos desarrollar un proyecto propio. Por lo tanto, el momento actual es de total ebullición».
Con viñedos en La Rioja Alta y Alavesa y «majuelos» de viñedo viejo en las zonas más altas, Gómez Cruzado desarrolla una viticultura sostenible y razonada. «Poco podemos hacer más que adaptarnos al cambio climático. Las uvas de garnacha de las zonas más frías nos permiten elaborar tintos muy interesantes, pero siempre estamos explorando zonas nuevas para dar frescura al vino», explica David Gómez.
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«El enoturismo es fundamental. Estamos en una zona donde funciona, tenemos un espacio único, el Barrio de la Estación de Haro, porque es una especie de polígono industrial del siglo XIX», cuenta David a propósito de la segunda edición de una cita enoturística de primer orden. «Hemos recibido a más gente de la esperada; hay grandes expectativas en esta cita». En Gómez Cruzado ya están acostumbrados al enoturismo: «Llevamos tres años con visitas y hemos incrementado en un 10% el número de visitantes».
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«Lo tenemos constantemente en mente, lo de incorporar a nuevos públicos, al vino. De hecho ideamos vinos nuevos justamente para ellos, por ejemplo, el Vendimia Seleccionada, que está pensado para jóvenes que buscan la facilidad en beber, fruta roja, cítricos en el caso de los blancos. Luego tenemos vinos como el Pancrudo que también tiene la misma intención. Es algo que las bodegas podemos crear, pero el hábito de consumir vinos no lo hemos promovido en general y eso ha creado grandes problemas. Es importante defender la mediterraneidad del vino. Creemos que se ha favorecido demasiado a la cerveza». Razón no le falta a David Gómez y cierto es que el perfil de sus vinos sorprende por lo diferentes que son y porque huyen del clasicismo con que se asocia a menudo a La Rioja. Me gustó especialmente la frescura y autenticidad de Montes Obarenes, hasta el punto que en el viaje de vuelta a Barcelona, en tren, compartí una botella con un ingeniero que se interesó por mi viaje a Haro. Me escribió luego un correo que decía así:
I shared the wine you so graciously gave me with some friends in Madrid the same day I flew back home in the USA, two days ago. As agreed, here’s my comment on it: «The wine we tried is the Montes Obarenes from Gómez Cruzado, a Haro-Rioja white. The color is a vibrant golden very pleasant to the eye. By looking at the way the wine hangs from the glass I could tell it is a rather soft and non-dry wine. The surprise was the flavor. My experience with Rioja wines is that they characterize for having accentuated flavor with a lastingly pleasant aftertaste which make them great companions to a good meal. The Montes Obarenes had a surprising soft flavor that reminded me of german wines from the Oppenheimer region but with the difference of having a stronger aftertaste. Such combination makes Montes Obarenes a good wine to enjoy either by itself or together with a meal»